Luces, sombras.

En busca de la maravillosa luz del mediterráneo se iba mi madre.
Debajo, a la sobra de ese mar de nubes, se quedaba Asturias
y nos quedábamos nosotros.

Hoy son suyas las fotos, firmamos igual ya que compartimos los apellidos.
No sabía cómo hacer la selección, porque hizo cientos, así que he decidido poner... pues las que me ha parecido. Je!

En Almería, la Escuela de Arte está en un edificio con un claustro tan precioso como el que podemos ver. Estupendo enclave para inspirarse.

Ahora está rodeada de andamios porque la están restaurando, a ver como queda porque casi siempre las restauraciones me recuerdan a los "exin castillos".
Por eso he elegido una foto de otro año, porque siempre me ha gustado.
Es la iglesia de las salinas del Cabo de Gata.
Está en un paraje maravilloso y sólo podría mejorarse si se llamara Cabo de Efigenia, je!

Más luces y sombras.

Y más.

Mi madre tenía muchas ganas de volver a Granada.
Y lo hizo a 32 grados de temperatura y una de sus mensuales migrañas, de las de vomitonas.
Tuvo suerte y se fue reponiendo, comiendo en EL Piano, vegetariano & vegano & sin gluten & ecológico. Le encantó.
Se recuperó del todo en otro sitio tomando una enorme copa de yogur batido helado, con fresas y virutas chocolate. Y de postre, unos piononos de Santa Fe.
Le encantó más.

Como el perfil de la Alhambra es muy conocido y hermoso, yo voy a seguir con luces y sombras.

Otra.

Y ya corto porque esto está siendo un palizón, pero como algunos habíais dicho:"queremos ver fotos, queremos ver fotos" Pues hala, o, pues ala, que también se puede decir. ¡ Yo no he sido la culpable !


Venga, la última.

¿Veis como trata de extender su alargada sombra sobre mi?

Eso es lo que ha hecho desde que entró por esa puerta.
¡Intentar hacerme sombra, intentar ser la luz de mi casa!
Pero no amigos, no lo conseguirá. Ningún gato mimoso podrá oscurecerme.
¡ NUNCAAAAAAAAAAAAA!