Injusticia total

Ya sabéis que en mi jardín tratamos bien a los animales y tienen comida a su disposición.

Este Petirrojo europeo (Erythacus rubecula) es uno de mis
comensales preferidos.

Me gusta este parajarito
y aún me gusta más su canto, más melodioso en otoño.

Y así tratan a Carlitos el Ocupa: todos los caprichitos para el "niño".

Y por supuesto le ponen esa voz.
Sí, esa que usáis con nosotros y que suena bastante tontorrona, pero que nos gusta tanto.

Y él, pues él también pone esa voz tontorrona que tiene...y que odio.

Y a mi ¿qué?

¡ A mi, voz de regañina ! ¿Y me dan algo ? N-A-D-A.

Y no estoy celosa.

Pero no me gustan nada las injusticias y mucho menos conmigo.

Y no estoy celosa, repito.

Y encima mi madre se ha ido esta mañana temprano y no volverá hasta dentro de diez días, ¿Y con quién me quedo YO? Con mi Bene y el Ocupa. Ahora entiendo por qué Benefactor empezó a pincharme la insulina este verano, ya me extrañaba a mi.


Si no fuera por estos
mimos que tanto me gustan, y que únicamente me de ella, ya vería...
Porque al Bene en contadas ocasiones le dejo que me de dos besos y desde luego que no pongo esta cara.
Pongo cara de:
como me des otro más, te arreo.
Je, je !

10 días sola con ellos dos.
¡Una verdadera injusticia !